Dentro del volátil mundo de las criptomonedas casi todas las referencias son al bitcoin o a célebres pares como el ether o el simpático dogecoin. Pero poco se habla del tether, tercera criptomoneda en tamaño por capitalización de mercado (62.000 millones de dólares), primera ya por volumen de operaciones diarias (52.000 millones de dólares diarios, casi el doble que el bitcoin) y gran temor ahora mismo para los analistas que escrutan el universo de las monedas digitales.
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Ya que no es tan mediático, lo primero es presentar al tether. Se trata de una stablecoin o activo digital ligado a un activo del mundo real, en este caso el dólar. A diferencia de las criptomonedas más famosas con sus alocadas oscilaciones de precios, estas stablecoins tienen la característica de tener un valor de cambio relativamente fijo, si bien en ocasiones fluctúa dando algún dolor de cabeza a los inversores. Un token de tether equivale, siempre sobre el papel, a un dólar.
¿Cómo surge esta stablecoin? No es ningún secreto en el mundo de las criptomonedas que el tether fue lanzado a caballo entre 2014 y 2015 por la casa de cambio Bitfinex a través de una firma homónima al token para regar de liquidez el siempre delicado mercado de las criptodivisas. Al faltar dólares para el intercambio, debido en parte a las restricciones y a la falta de normativa al respecto, estos tokens, equivalentes a un dólar harían las veces de fichas de casino para poder hacerse con otras criptos, especialmente el bitcoin. Datos recientes apuntan a que el 70% de operaciones de este mercado se hacen con tether y sólo un 10% con dólares.
¿Cuándo surgió el principal problema? La siempre impoluta teoría dictaba que Tether respaldaría todas estas ‘fichas’ con reservas en dólares. La realidad fue algo distinta: en repetidas publicaciones de datos se ha visto que su disponibilidad de efectivos o de activos como bonos del Tesoro de EEUU era bastante inferior al número de tether en circulación. En mayo la empresa reveló que sólo una fracción de sus reservas -el 2,9%, para ser exactos- estaba en efectivo, mientras que la gran mayoría estaba en papel comercial, una forma de deuda no garantizada a corto plazo.
Para más inri, si en un inicio la empresa garantizaba el intercambio de dólares por tether pero también a la inversa, poco después empezó a poner obstáculos para no asegurar la entrega de dólares a cambio de tether. Cuando se vio que los dólares entraban en la firma pero no salían con la misma fluidez se agudizaron las sospechas. En la práctica, los usuarios que recibían tether realmente solo los podrían usar para comprar otras criptomonedas.
Un repaso a la hemeroteca deja patente que cuando ha habido fuertes subidas del bitcoin, previamente ha habido una gran emisión de tether. Es por ello que se ha señalado a esta criptomoneda como el ‘Banco Central’ de las demás bajo reiteradas acusaciones de haber servido para manipular el mercado del bitcoin, verdadero rey de las divisas digitales.
Las sospechas, por supuesto, han acabado en los tribunales. En abril de 2019, la procuradora general de Nueva York, Letitia James, inició una demanda acusando a Bitfinex de utilizar las reservas de Tether para cubrir una pérdida de 850 millones de dólares. En febrero de este año declaró que Tether había mentido sobre sus reservas para cubrir pérdidas.
Preocupación entre los analistas
Todo este contexto, resumido en la preocupante posibilidad de crear una falsa liquidez, ha alertado a unos expertos que ya no dudan en señalar al tether como el verdadero ‘cisne negro’ de este mercado e incluso de los demás. Los analistas de JP Morgan han advertido que una pérdida repentina de confianza en el tether podría acabar en un “severo choque de liquidez para el amplio mercado de las criptodivisas”. También inciden en el riesgo de que un aumento repentino de las retiradas de tether podría llevar a un potencial contagio del mercado, afectando a otros activos más allá de las criptodivisas.
En junio, el presidente de la Reserva Federal de Boston, Eric Rosengren, dio la voz de alarma sobre el tether, calificándolo de riesgo potencial para la estabilidad financiera. “Estas stablecoins son cada vez más populares. Podría desencadenarse fácilmente una futura crisis a medida que se conviertan en un sector más importante del mercado financiero, a menos que empecemos a regularlas y a asegurarnos de que realmente hay una estabilidad mucho mayor en lo que se comercializa al público en general como una stablecoin“, dijo durante una presentación.
La semana pasada, la agencia de calificación Fitch advirtió que una repentina amortización masiva de tokens de tether podría desestabilizar los mercados de crédito a corto plazo. “Las stablecoins que utilizan reservas fraccionarias o adoptan una asignación de activos de mayor riesgo pueden enfrentarse a un mayor riesgo de ejecución”, alertaban desde la agencia estadounidense, recoge CNBC.