La situación genera suspicacias porque el propio régimen no ha informado las causas de las muertes. Simplemente se han limitado a informar los logros obtenidos por estos funcionarios.
Las muertes de ya 5 altos mandos militares en los últimos 10 días, ha comenzado a levantar sospechas en Cuba porque el régimen dirigido por Miguel Díaz-Canel no ha informado la causas de los misteriosos decesos.
Entre los 5 altos militares muertos está el general de brigada de la reserva Manuel Eduardo Lastres Pacheco quien falleció este lunes.
En una breve nota informativa difundida por el ministerio de las Fuerzas Armadas solo se informa que el cadáver del militar fue cremado y que sus cenizas se expondrán para un tributo familiar “en una fecha que será anunciada oportunamente”.
El general de brigada trabajó como jefe de batallón en los combates contra los alzados en la zona del Escambray, también jefe de brigada, división de infantería y de las Milicias de Tropas Territoriales (MTT).
Fue uno de los altos oficiales que tuvieron bajo su mando a tropas cubanas en Angola.
Otros generales fallecidos
El 24 de julio medios oficiales informaron sobre la muerte del general de división de la reserva Rubén Martínez Puente fallecido a los 79 años de edad.
A Martínez se le encausó en Estados Unidos por el asesinato, el 24 de febrero de 1996, de cuatro miembros de la organización Hermanos al Rescate, creada para ayudar a los balseros escapados de la Isla.
El martes 20 de julio los medios oficiales informaron del fallecimiento del general de brigada de la reserva Marcelo Verdecia Perdomo, quien fue guardaespaldas de Fidel Castro en la Sierra Maestra.
El sábado 18 de julio, se dio a conocer el fallecimiento de otro general, el jefe del Ejército Oriental de Cuba Agustín Peña (1963) de causas que no fueron precisadas, pero fuentes cercanas señalaron al covid-19 como causa de su muerte.
La situación genera suspicacias porque el propio régimen no ha informado las causas de las muertes, simplemente se han limitado a informar los logros obtenidos por estos funcionarios para la revolución cubana. Y ante este escandaloso silencio no han parado las especulaciones.
Si murieron de COVID-19 la dictadura no lo informará y si llegó ha ser algo como de mayor gravedad cómo un homicidio, tampoco se sabrá. Lamentablemente los regímenes crimínales como estos por historia han sabido manipular bien la información.