La evacuación de estadounidenses y de sus colaboradores afganos en vuelos militares transcurre a un ritmo menor al esperado en medio de una situación de seguridad en Kabul “extremadamente dinámica”, lo que suscita dudas de que se vaya a cumplir el plazo del 31 de agosto para culminar el repliegue de tropas del país asiático.
A comienzos de semana, el Departamento de Defensa de EEUU apuntó que su capacidad de evacuación, una vez asegurado el aeropuerto de Kabul, sería de entre 5.000 y 9.000 personas al día, pero este rango no se ha alcanzado.
De hecho, las tropas estadounidenses, que coordinan la operación de salida, tuvieron que detener los vuelos durante unas horas este viernes dado que en los centros de tránsito para acoger a los evacuados que han sido habilitados en Catar ya no había espacio.
El Pentágono indicó este sábado que “en las últimas 24 horas” han sido evacuadas 3.800 personas de Afganistán, lo que sitúa la cifra total desde en la última semana en 17.000, de los cuales 2.500 son ciudadanos estadounidenses.
En una rueda de prensa, el general Hank Taylor, subdirector de Logística del Estado Mayor de EEUU indicó, además, que el aeropuerto sigue operativo con vuelos de llegada y salida, aunque advirtió de que la situación en la capital afgana es “extremadamente dinámica”.
Ante este complejo panorama, el presidente estadounidense, Joe Biden, que tenía previsto pasar el fin de semana en su casa de Wilmington (Delaware), ha decidido quedarse en la Casa Blanca para seguir de cerca los acontecimientos en Afganistán junto a sus asesores.
ADVERTENCIAS DE LA EMBAJADA EN KABUL
A primera hora, Biden sostuvo una reunión con su equipo de seguridad nacional para analizar la “enorme operación logística”, así como las posibles amenazas de la filial del Estado Islámico (EI) en Afganistán.
Pese a que las tropas tienen asegurado el aeropuerto de la capital afgana, lo cierto es que la situación a las afueras del aeródromo de Kabul es muy complicada, con miles de personas tratando de acceder para poder abandonar el país en alguno de los aviones.
La embajada estadounidense en la capital afgana aconsejó en un mensaje enviado este sábado a sus ciudadanos “evitar el viaje al aeropuerto o las puertas del aeropuerto a menos que reciban informaciones directas de un funcionario estadounidense de hacerlo”.
La embajada justificó la advertencia por “potenciales amenazas de seguridad” en las puertas del aeródromo.
CAMBIO DE TONO DE BIDEN
Este viernes, el presidente Joe Biden ofreció un discurso en el que suavizó su tono desafiante de pasadas jornadas y reconoció la peligrosidad y los riesgos de una de las evacuaciones “más difíciles de la historia”.
“No puedo prometer cuál será el resultado final o que vaya a ocurrir sin el riesgo de pérdidas”, dijo el mandatario, acuciado por numerosas críticas por las caóticas escenas en el aeropuerto tras la toma de Kabul por parte los talibanes. La fecha del 31 de agosto había sido marcada por el Pentágono, aunque este miércoles, en una entrevista con la cadena ABC, Biden ya recalcó que “si hay estadounidenses todavía allí”, las tropas se van a quedar “hasta que salgan todos”.
Según estimaciones de la Casa Blanca, todavía hay en Afganistán entre 10.000 y 15.000 estadounidenses que necesitan ser evacuados, además de entre 50.000 y 65.000 afganos y sus familias a quienes EEUU también quiere sacar del país.
Washington inició la retirada de sus tropas de Afganistán, tras 20 años de presencia, en mayo, pero se ha visto obligado a acelerar la evacuación de los estadounidenses que quedan en Afganistán y de sus aliados tras el rápido avance de los talibanes, que el pasado domingo tomaron Kabul y controlan casi todo el país tras la huida del hasta ahora presidente afgano, Ashraf Ghani.
Además, ha tenido que mandar refuerzos militares para garantizar la seguridad del aeropuerto, después de la caída de la capital en manos de los insurgentes, algo que tomó por sorpresa a Estados Unidos.
EFE
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