El venezolano pareciera estar condenado a sufrir de persecución a donde vaya, o por lo menos es lo que se ve en gran parte de países latinoamericanos.
La xenofobia
Ese elemento “clave” para el chavismo para poder “mostrar” de alguna manera que el venezolano está mal en el exterior. Si bien es cierto que los migrantes venezolanos han sufrido de discriminación en varios países como Perú, Chile, Colombia y Ecuador. La xenofobia existe, eso es claro, pero hay quienes la han alimentado como también hay quienes la han financiado, así como la conocida “brisa bolivariana” que afectó a estos países, pero no afectó a Bolivia y Argentina ¿Por qué? Porque son gobiernos hermanos de la dictadura venezolana y a un gobierno amigo no podrán hacerlo ver mal.
La brisa bolivariana ha activado su nueva etapa, que es un incremento de acciones xenófobas como las que vimos en la ciudadad de Iquique, Chile, hace pocos días, donde quemaron hasta las pocas cosas que traían los caminantes venezolanos. Difícilmente se puede creer que un civil atente contra un inmigrante de la nada, cuando todos los países sudamericanos han sufrido de malas gestiones gubernamentales, que han forzado a sus ciudadanos a dejar su tierra por un futuro mejor. Sudamérica es un continente en retroceso constante, algunos países podrán ser prósperos por un tiempo, pero luego sufren la necesidad de retroceder. Algo histórico e inentendible.
La presencia de funcionarios del DGCIM en Colombia, no es algo de rutina ni gratuito, seguramente como pasa en el país vecino, pasará en los demás, esto tiene como fines reclutar radicales y muertos de hambre que no piensen ni un segundo en atentar contra la vida de otra persona.
La necesidad de mostrar “normalidad”
La dictadura de Nicolás Maduro está contra reloj, aunque está lejos de caer, también está lejos de que levanten las sanciones y luchan contra una sola situación, y es el incremento de lo migrantes venezolanos que hoy es la segunda ola de migración más grande del mundo con un total de 6.024.351 migrantes, solo a menos de 700.000 migrantes por debajo de Siria.
La orden es que este número se revierta sin cortar la salida del país como lo hace Cuba. Por esto la hace semanas atrás empezaron esas campañas de influencers, Youtubers, artistas y políticos mostrando una Venezuela renovada y mejorada. Ya que después de 20 años la dictadura venezolana entendió que las “apariencias” sí influyen y sí importan.
Por esto, ahora el venezolano en el exterior deberá pagar la crueldad de grupos criminales y radicales, la dictadura se ha encargado hasta de evitar que los venezolanos se liberen de estas cadenas hasta estando fuera del país.
El venezolano hasta afuera sigue siendo preso de un narco comunismo, no todos podrán zafarse.
El resultado
Ya acabaron con el interinato, con la pseudo oposición en general y con la esperanza de los venezolanos dentro y fuera de Venezuela solo falta el levantamiento de sanciones para concretar el Jaque Mate.