Un estudio de diferentes universidades de EE UU ha demostrado con ratones que una proteína del sistema nervioso rejuvenece los cerebros envejecidos y consigue recuperar la memoria.
«Descubrimos que la infusión de LCR [líquido cefalorraquídeo] joven directamente en cerebros envejecidos mejora la función de la memoria», dice el estudio, publicado en la revista Nature.
Una proteína de este líquido joven llamada Fgf17 es capaz de estimular la producción de oligodendrocitos jóvenes, que forman parte de la sustancia blanca del cerebro y que tienen un papel de sustento para la sustancia gris, donde se encuentran las neuronas.
Este descubrimiento tiene una gran importancia en la lucha contra el Alzheimer, una enfermedad que provoca a la pérdida de memoria y otras habilidades cognitivas, siendo la enfermedad neurológica más común en España.
Recuperar la memoria
El líquido cefalorraquídeo es una sustancia transparente e incolora que baña tanto el cerebro como el sistema nervioso, intercambiando moléculas con ambos.
El estudio ha extraído el LCR de ratones jóvenes, de dos meses y medio, para inocularlo en ratones viejos, de año y medio, tras entender que 38 proteínas del líquido cefalorraquídeo de los ratones cambian significativamente con el envejecimiento, y otras seis cambian su estructura. Estos seis «se correlacionan con la cognición o los marcadores de Alzheimer en humanos», según el investigador Steven Shuken, que ha participado en el estudio.
«Descubrimos que la infusión del factor de crecimiento de fibroblastos 17 (Fgf17) es suficiente para inducir la proliferación de OPC [células progenitoras de oligodendrocitos] y la consolidación de la memoria a largo plazo en ratones de edad avanzada, mientras que el bloqueo de Fgf17 afecta la cognición en ratones jóvenes», explica el estudio.
Así, los ratones viejos estudiados que habían olvidado una secuencia sencilla como una luz que se enciende y después sufren una descarga eléctrica, después de ser sometidos a la inoculación del LCR joven, se ponían alerta cuando veían la luz, recordando que después venía la descarga.
«Estos hallazgos demuestran el poder rejuvenecedor del LCR joven e identifican a Fgf17 como un objetivo clave para restaurar la función de los oligodendrocitos en el cerebro que envejece», concluye el estudio.
«El estudio no solo implica que el Fgf17 tiene potencial como diana terapéutica, sino que también sugiere que las vías de administración de fármacos que permiten que las terapias accedan directamente al líquido cefalorraquídeo podrían ser beneficiosas en el tratamiento de la demencia», escriben las investigadoras Miriam Zawadzki y Maria Lehtinen en un comentario adjunto al artículo.