En su editorial de “Viviana Con Vos”, Viviana Canosa se refirió a la “moralidad del Gobierno” y a la propuesta económica de Alberto Fernández para cerrar la causa por la violación de las medidas de contención contra el Covid-19 al celebrar un cumpleaños en la Quinta de Olivos. Y la increíble decisión del Juez Mirabelli!
En el pasado adquiríamos virtudes humanas, como la sinceridad y la obediencia, en el hogar, mientras la escuela suscitaba hábitos de laboriosidad y disciplina. Luego nos hacíamos más solidarios en una sociedad que, todavía, era educadora. Se asumía que esos hábitos eran necesarios en el proceso de maduración personal y en la preparación para la vida.
En el pasado adquiríamos virtudes humanas, como la sinceridad y la obediencia, en el hogar, mientras la escuela suscitaba hábitos de laboriosidad y disciplina. Luego nos hacíamos más solidarios en una sociedad que, todavía, era educadora. Se asumía que esos hábitos eran necesarios en el proceso de maduración personal y en la preparación para la vida.
Hubo que esperar a que lo educativo fuera influido (y, en algunas ocasiones, instrumentalizado) por lo ideológico, para que surgieran las llamadas “crisis de valores”, algunas de ellas artificiales. Ahora mismo se nos repite como un mantra, que estamos en una de esas crisis que, a pesar de la frivolidad con que se denuncia, (con frecuencia en la barra del bar) admito que existe. Nadie negaría los males que ha causado el permisivismo moral, convertido después en permisivismo educativo.
Lo que no suele decirse es que todos hemos contribuido, de algún modo, a la crisis; no somos simples espectadores de un suceso que nos es ajeno, sino protagonistas. Por eso no basta lamentarse. Por ejemplo, las crisis de algunas familias proceden de la pérdida de valores encarnados (virtudes) en algunos de sus miembros,
Hay valores positivos olvidados, (como la disciplina); valores manipulados (como la autoridad); valores sobreestimados (como la utilidad); valores negativos legitimados (como la picaresca). La jerarquización de la escala de valores se ha trastocado a capricho. La verdad, la bondad y la belleza han dejado de estar en la cúspide de la escala axiológica desplazados por los valores económicos y utilitarios.
En nuestra sociedad no está de moda ni bien visto en algunos ambientes hablar de virtudes; en su lugar se habla siempre de valores, sea porque son impersonales y, por tanto, menos comprometidos, o porque la virtud se suele asociar a la religión (olvidando la existencia de numerosas virtudes humanas).
No conviene mantener indefinidamente los valores en el plano impersonal y abstracto, sino que hay que personalizarlos.
Valores y virtudes son conceptos similares, pero no equivalentes. Un valor es un sustantivo sin adjetivo (lealtad, solidaridad, etcétera). Sin embargo, se convierte en un valor vivo (una virtud) cuando se puede identificar como adjetivo de una persona concreta: profesor ejemplar, empleado leal, ciudadano solidario. Adquirir de manera personal un valor implica dominio y señorío de sí mismo mediante el uso de la voluntad.
Cuando los valores dejan de ser algo externo y teórico para transformarse en principios internos de actuación, adquieren el nombre de virtudes.
Para los griegos antiguos la educación se basaba en la areté. En Aristóteles significaba excelencia en el cumplimiento acabado de un propósito o de una función. Por medio de la excelencia el hombre accede a la “vida buena”, conforme a la virtud, al tiempo que evita la “buena vida” propia de las personas que viven solo para disfrutar al máximo del placer momentáneo (Carpe Diem).
Para los latinos las virtudes (virtutes) significaban modos de conducta estables que nos capacitan, tanto para madurar como personas, como para realizar todo tipo de encuentros interpersonales, como se ve, por ejemplo, en la amistad (amicitia).
Al igual que un atleta va aumentando su rendimiento con los hábitos adquiridos en el entrenamiento diario, hasta ser capaz de batir un record, así ocurre con la persona que quiere adquirir una virtud: necesita ejercitarse.
Para Carlos Llano, en la sociedad actual no existe crisis de valores, sino pérdida de virtudes. Es necesario dar prioridad a los valores positivos, pero es aún más importante tener la convicción y voluntad de llevarlos a la práctica para generar virtudes. No son los conceptos los que engendran virtudes, porque una transformación hacia un mayor desarrollo, compete a las personas reales.
Educar es, esencialmente, educar en virtudes. Desde Sócrates sabemos que las virtudes no se pueden enseñar; no se transmiten como los conocimientos, por medio de la instrucción, sino que se descubren y contagian como por osmosis, en ambientes formativos y en encuentros con personas íntegras que son modelos de identificación.
López Quintás señala que los valores no nos arrastran, sino que nos atraen; se ofrecen a nuestra inteligencia y nuestra libertad, y esperan a que los acojamos de manera activa para proyectar nuestra vida.
Los educadores somos acercadores de valores; acercamos a los educandos focos de irradiación de valores. El mismo autor pone un ejemplo que resumo: una madre consiguió que un hijo reticente le diera limosna a un mendigo desaliñado que llamaba a la puerta de casa. Lo que buscaba no era solo hacer un acto de caridad, sino también que el niño se aproximara a un área de irradiación del valor piedad.
Nociones previas
Un inmejorable punto de partida para toda esta cuestión es citar al filósofo escocés Alasdair MacIntyre, quien declara que somos animales racionales y dependientes; y el hecho de esa dependencia de los unos con los otros hace que tendamos a la
comunidad.
Efectivamente, no se entiende Moral sin comunidad, ni Ética sin Moral ni, por tanto, Ética sin comunidad. Podríamos alegar al mismo tiempo que el Derecho no se entiende sin sociedad, porque ubi societas ibi ius (cuestión que matizaremos posteriormente). Pero dentro de la sociedad existe un elemento fundamental para el funcionamiento de la misma: la comunicación.
Es muy común que, a pie de calle y no tan a pie de calle, varios individuos pretendan ponerse de acuerdo sobre un tema que reviste de cierta complejidad. Tras horas y horas de debate infructífero, no alcanzan el acuerdo buscado. El motivo de ello: errores conceptuales sobre los elementos básicos desde los que se desarrollan los puntos a debatir. Para evitar la incomprensión, aunque no sea éste un debate sino un humilde trabajo, vamos a establecer algunas nociones previas a fin de clarificar cuáles son los
principios fundamentales a partir de los cuales se desarrollan la Bioética, el Bioderecho y la Moral. Por lo tanto, debemos indicar lúcidamente la distinción entre Ética, Moral y Derecho.
LA MORAL
La Moral, en cambio, se define como el conjunto de costumbres (mos, moris del latín) de un pueblo, de una sociedad, de una comunidad que agrupa las actitudes, acciones yrazones consideradas como buenas. Dicha Moral es la correspondiente a tal comunidad, lo cual no significa que sea aplicable ni de idéntico valor o consideración para otra comunidad sita en otro lugar, con otras costumbres o culturas. Ejemplos de Moral sería la católica, la protestante en relación con las religiones o la Moral política.
Olivos Gate: Alberto Fernández y Fabiola Yañez fueron sobreseídos luego de ofrecer una suma millonaria
Finalmente, el juez Lino Mirabelli homologó los acuerdos económicos ofrecidos por la pareja presidencial, que deberá abonar un total de tres millones de pesos en los próximos días.
uego de que el fiscal aceptara el ofrecimiento de 1,6 millones de pesos por parte del presidente Alberto Fernández en la causa por la fiesta en la Quinta de Olivos, el juez Lino Mirabelli homologó el acuerdo y el jefe de estado deberá enviar la suma al Instituto Malbrán. La misma suerte correrá la primera dama, Fabiola Yañez, que había ofrecido 1,4 millones de pesos.
El denominado “Olivos Gate” tuvo este lunes su último capítulo judicial para el Presidente, que en un plazo de diez días deberá abonar una suma millonaria para reparar el daño por la fiesta de cumpleaños que realizó junto a Fabiola Yañez mientras en el país regía el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) que el mismo había dictado.
En primera medida, el ofrecimiento tuvo luz verde por parte del fiscal federal de San Isidro, Fernando Domínguez, quien aceptó ambos ofrecimientos.
“No se vislumbran razones para sostener que el ofrecimiento realizado y acordado con el M.P.F., sea inadecuado desde el punto de vista de los requisitos legales que demanda el instituto”, explica Mirabelli en un pasaje del fallo.
La semana pasada, se conoció que Alberto Fernández tomaría un empréstito del Banco Santander para abonar la suma que ofreció para ser sobreseído, según había informado Noticias Argentinas.
“No existe controversia alguna entre las partes en orden a la calificación legal del hecho, la operatividad del instituto invocado, la extensión del perjuicio y la proporcionalidad del ofrecimiento, se admitirá el acuerdo alcanzado entre la defensa y el titular de la acción penal pública”, agregó Mirabelli.
Los montos ofrecidos tanto por el Presidente como por la Primera Dama se califican como “reparaciones integrales”, un recurso previsto en el artículo 59 inciso 6 del Código Penal. Dichas reparaciones requieren que las ofertas sean aceptadas por un fiscal y homologadas por un juez para la posterior extinción de la acción penal “de conformidad con lo previsto en las leyes procesales correspondientes”.
En otra resolución, Mirabelli homologó el acuerdo que ofreció Fabiola Yañez por 1,4 millones de pesos. En su presentación al fiscal Domínguez, Yañez afirmó que el dinero para abonar la reparación vendría de ayudas familiares.
El hecho resultó ser uno de los primeros escándalos del Gobierno Nacional, ya que en julio del 2020 regían fuertes restricciones por la pandemia del coronavirus para todo el país y el encargado de aplicar las medidas participó del festejo de cumpleaños de su pareja.
El hecho fue repudiado por la sociedad y constituyó un elemento clave para la oposición, que se hizo del hecho para deshilachar la imagen pública de la coalición oficialista.
Conclusión
Es una gran valentía, la que presenta esta gran moderadora viviana canosa en la representación de los argentinos y demostrando la gran tristeza y dolor de la sociedad de la Republica Argentina. Una verguenza la falta de moral que se vive en el Poder Ejecutivo de la Republica Argentina.
La sociedad fue durante el tiempo de Cuarentena y Plandemia, tomada por estúpidos.
Felicitaciones querida Viviana y sigan luchando por defender los derechos de los argentinos!