Tal y como lo específica su nombre, Spacruzzi mezcla dos conceptos muy bien conocidos: jacuzzi y barco, y se trata de un jacuzzi flotante que, a su vez, navega en las aguas.
Alex Kanwetz, su creador, ha dado vida a un concepto totalmente nuevo y diferente y que nada tiene que ver con los yates lujosos que incluyen un Jacuzzi en su interior. La forma de Spacruzzi imita una lágrima y está equipado con un sistema de calefacción para mantener el agua a la temperatura adecuada.
Su precio ronda los 50 mil dólares e incluye un motor con el que se alcanza una velocidad parecida a la de un crucero, pero por un corto periodo de tiempo: alrededor de unas cinco horas. Y no solo eso. Spacruzzi también incorpora una estufa de chimenea a gas.
Esta novedad, descrita como un «barco de bañera de hidromasaje de propulsión eléctrica, autocalentamiento y autolimpieza», se puede personalizar según los gustos de cada consumidor.
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«Es una experiencia única que no se puede igualar en el agua», expresó Kanwetz y su equipo, quienes añadieron que no hay nada parecido en el mercado en este momento.
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