La dramática historia detrás de ‘La vida es un carnaval’, de Celia Cruz

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“Un himno vivificante para el público”, así es como fue descrita la canción ‘La vida es un carnaval’ por la revista ‘Rolling Stone’. Con un ritmo vibrante, versos impregnados de esperanza y alegría desbordada en cada sílaba, el tema se ha convertido en un hit atemporal de la música.

Foto: Archivo

“Todo aquel que piense que la vida siempre es cruel, tiene que saber que no es así, que tan solo hay momentos malos y todo pasa”, entona la icónica Celia Cruz en una parte de la composición.

La canción no deja espacio para la tristeza y, mucho menos, para el pesimismo con frases como “No hay que llorar”, “Es más bello vivir cantando” y “En la vida no hay nadie solo”. Sin embargo, en medio de las letras alebrestadas, se esconde una historia asociada cargada de tragedia, muerte e impunidad.

Una canción surgida de la tragedia

El 18 de julio de 1994, un ataque terrorista sacudió la tranquilidad de Argentina. Eran alrededor de las 9: 53 a. m. cuando, de repente, una bomba estalló en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el principal centro de la comunidad judía-argentina.

El ataque, catalogado como el mayor atentado terrorista de la nación argentina, dejó un saldo de 85 muertos y más de 300 heridos, de acuerdo con los registros en línea del gobierno del país latinoamericano.

El crimen no fue indiferente a nadie a lo largo y ancho del globo, ni siquiera a Victor Daniel, un talentoso compositor judío-argentino que, para ese momento, se encontraba en Venezuela. Ya había pasado al menos una semana desde el incidente cuando el también productor y empresario argentino se topó con la triste historia de una víctima.

Ante las cámaras de la televisión, la mujer relató que, tras el atentado, se encontraba muy sola, pues había perdido a toda su familia. Ni las lágrimas ni la pérdida fueron elementos que Víctor Daniel pudo pasar alto e, impulsado por la nostalgia, comenzó a componer el sencillo que más tarde se convertiría en un éxito mundial.

“Sus palabras y su llanto me conmovieron. De alguna u otra manera yo le decía a través de la pantalla: ‘Señora, nadie está solo en el mundo, siempre hay alguien detrás de usted’. Entonces, ahí me senté en el piano y comencé a componer la canción”, relató el hombre, de acuerdo con la emisora ‘Radio Jai’.

Un crimen sin autor

Ha pasado más de un cuarto de siglo desde que el artefacto explotó y enlutó a decenas de familias, pero por el crimen no hay sospechoso o autor alguno. En contraposición, juzgaron algunos miembros del aparato de inteligencia que operaba en esa época. El escándalo internacional, como si fuera poco, salpicó a altos funcionarios como Carlos Menem y Juan José Galeano.

No existe un consenso con respecto a los responsables del atentado. Sin embargo, una de las teorías que más tomó fuerza apuntaba al grupo militante chiita Hezbolá, el cual habría actuado bajo órdenes de Irán.

Antes del fatídico 18 de julio de 1994, al Hezbolá lo habían acusado de perpetrar el atentado contra la Embajada de Israel en Buenos Aires en 1992. Después de que un furgón cargado con explosivos se estrellara contra el edificio, quedaron 22 muertos y más de 240 heridos.

El juicio por el atentado de la AMIA, en vez de dar respuestas a los ciudadanos y a los familiares de las víctimas, terminó en escándalo luego de que saliera a la luz que a los imputados los habían acusado falsamente. Como consecuencia, se declaró causa nula y todos resultaron absueltos en 2004.

‘La vida es un carnaval’, un éxito mundial

Aunque convencer a la intérprete cubana no fue una tarea fácil, pues no se encontraba segura de la duración de la introducción de la canción ni del poco protagonismo que iba a adquirir, Celia Cruz terminó por dar vida a la composición de Víctor Daniel con su potente voz y su particular estilo musical.

Escrita por Víctor Daniel, producida y arreglada por Isidro Infante, y lanzada como el sencillo principal del álbum de estudio de ‘Mi vida es cantar’ (1998), el tema se convirtió rápidamente en un himno latinoamericano.

En el 2003, ‘La vida es un carnaval’ ganó el premio a la ‘Canción Tropical del Año’ en los Premios Lo Nuestro. Fue tal su repercusión en la industria que varios artistas decidieron hacer sus propias versiones, como es el caso de Víctor Manuelle, La India, Ivy Queen, Nicky Jam y Mikey Perfecto.

En 2021, la revista ‘Rolling Stone’ incluyó el sencillo dentro de la lista de las 500 mejores canciones de todos los tiempos. Bajo el criterio de más de 250 artistas, escritores y figuras de la industria musical, la composición ocupó el lugar 439.

“Celia Cruz tenía una voz que combinaba tonos opulentos y operísticos con el estilo afrocubano de llamada y respuesta del pregón, y su legendario rugido era más augusto y poderoso al ensalzar la alegría de estar vivo en la triunfante ‘La vida es un carnaval’ de 1998”, escribió la publicación de la revista.

Y agregó: “La canción era especialmente potente viniendo de Cruz, que llegó a Nueva York y ayudó a dar forma al movimiento de la salsa tras un doloroso exilio de Cuba en los años sesenta. ‘La vida es un carnaval’ se convirtió en un himno vivificante para el público y marcó un impresionante acto final de su formidable carrera”.

Muerte y legado de Celia Cruz

Celia Cruz murió en el año 2003, pero sus canciones aún siguen sonando en fiestas, reuniones y eventos. Entre su exitoso prontuario musical se encuentran temas como ‘Te busco’, basado en una tragedia familiar; ‘Quimbara’, escrito por Junior Cepeda; y ‘La negra tiene tumbao’, nominado a ‘Canción del Año’, ‘Grabación del Año’ y ‘Mejor video musical’.

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Su legado, tal y como mencionó años atrás en una entrevista, sigue siendo el mismo: “Yo solo quiero que sean felices, felices, felices. Mi mensaje siempre es el de la felicidad”.

EL NACIONAL

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