Una prolongada ola de calor amenazaba a unos 130 millones de personas en Estados Unidos durante el fin de semana y la semana próxima, tras romper o igualar récords con temperaturas peligrosamente altas, y se esperaba que siguiera batiendo marcas de una costa a otra del país, según meteorólogos.
Ukiah, al norte de San Francisco, alcanzó los 47 grados Celsius el sábado, lo que batió el récord de la ciudad para esa fecha e igualó su máximo histórico para cualquier día del año. Livermore, al este de San Francisco, tuvo 43,8 ºC, superando el récord diario de temperatura máxima de 42,7 ºC fijado más de un siglo antes, en 1905.
Las Vegas igualó su marca de 46 ºC, que se había registrado en 2007; Phoenix llegó a 45,5 ºC, rozando el récord de 46,7 ºC documentado en 1942.
El Servicio Meteorológico Nacional dijo que ampliaría hasta el viernes la alerta por calor excesivo en buena parte del suroeste del país.
“Una ola de calor peligrosa e histórica acaba de empezar en la zona, con temperaturas que se espera toquen techo entre el domingo y el miércoles”, indicó la oficina del Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) en Las Vegas en un reporte actualizado.
En Las Vegas, donde el mercurio alcanzó los 37,7 ºC a las 10:30 de la mañana, Marko Boscovich dijo que la mejor manera de vencer el calor era un asiento en una máquina tragamonedas con una cerveza fría y dentro de un casino con aire acondicionado.
En las zonas más húmedas del país, las temperaturas podrían superar los 38 ºC en partes del noroeste de la costa pacífica, la costa atlántica central y el noroeste, indicó Jacob Asherman, meteorólogo del NWS.
Se baten récords de calor en el suroeste
Los expertos predijeron que las temperaturas estarían cerca de los récords diarios en la región casi todos, si no todos, los días de la próxima semana. Se esperaba que las máximas en zonas sureñas de desierto rondaran entre los 46,1 y los 48,8 grados Celsius.
Se emitieron inusuales avisos por calor incluso en zonas elevadas como los alrededores del lago Tahoe, en la frontera de California y Nevada, y la delegación del NWS en Reno, Nevada, advirtió de “grandes impactos de riesgo por calor, incluso en las montañas”.
El servicio indicó en una publicación en internet que no se esperaba que las máximas en el oeste de Nevada y el nordeste de California bajaran de 37,8 ºC hasta el fin de semana que viene, “y por desgracia, tampoco habrá mucho alivio por la noche”.
En efecto, Reno registró una máxima de 40 ºC el sábado, destrozando el récord anterior de 38,3 ºC.
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