La reciente circular emitida por la Superintendencia de Salud, bajo la dirección del superintendente Luis Leal, establece medidas para ofrecer atención especializada a la población trans en Colombia, dentro de un contexto más amplio de políticas progresistas, dado que el superintendente pertenece a la comunidad LGTB.
La controversia se centra en la Sección H del documento, que aborda específicamente a la niñez y adolescencia trans.
Esta sección promueve el acceso a servicios de salud mental, educación sexual y apoyo en la afirmación de género para menores a partir de los 3 años.
La circular se fundamenta en una sentencia de la Corte Constitucional de 2022 (T-218), que reconoce que los niños pueden comenzar a identificar su género desde una edad temprana.
Además, el texto enfatiza los derechos de niños, niñas y adolescentes a ejercer autonomía en decisiones que pueden influir profundamente en su vida, especialmente en lo que respecta a su identidad de género.
No obstante, esta propuesta ha generado inquietudes entre expertos, padres de familia y diversos sectores de la sociedad.
Se critica que esta política podría resultar inapropiada y perjudicial para los niños, quienes tal vez no tienen la capacidad de comprender decisiones de tal envergadura sobre su identidad de género en una etapa tan temprana de su desarrollo.
A esta edad, en la que su desarrollo cognitivo y emocional todavía está en proceso, la imposición de decisiones relacionadas con el género podría provocar confusión, daños psicológicos a largo plazo y arrepentimientos futuros.
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