La Corte Suprema de Rusia ha incluido al «movimiento LGBT» en su lista de organizaciones designadas como «terroristas y extremistas», según informan medios rusos.
Esta decisión prohíbe oficialmente cualquier actividad relacionada con la comunidad LGBT en el país y representa un paso significativo en la represión de personas homosexuales y transgénero en Rusia.
La medida, impulsada por el Ministerio de Justicia, ha sido objeto de fuertes críticas por parte de organizaciones de derechos humanos y activistas, tanto dentro como fuera de Rusia.
Estas entidades advierten que la resolución refuerza un patrón de «discriminación sistemática» y podría legitimar un aumento en la persecución y violencia contra la comunidad LGBT.
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Este fallo se suma a una serie de iniciativas que han eliminado prácticamente todos los derechos LGBT en Rusia. En 2022, el presidente Vladimir Putin amplió la ley de 2013 que prohibía la «propaganda gay», extendiendo las restricciones a todas las edades.
Esta ampliación no solo amenaza con el cierre de organizaciones LGBT, sino que también advierte a los activistas y a los símbolos reconocidos internacionalmente, como la bandera del arco iris, sobre las consecuencias de cualquier expresión pública de apoyo a los derechos de esta comunidad.
Los efectos de esta decisión no se limitan al ámbito legal. Activistas y ciudadanos han reportado un «impacto emocional» y «físico» significativo, manifestando un aumento en el «temor» y la «inseguridad».
Algunos han señalado que proyectos como «refugios para personas transgénero» podrían verse comprometidos, mientras que otros prevén un incremento en la migración de aquellos que buscan escapar de la persecución.
Fuente: La Derecha diario
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