Un joven venezolano que fue tragado por una ballena jorobada pudo sobrevivir para contarlo ‚ «Yo pensé que era una ola», relató Adrián Simancas‚ de 23 años‚ a la Prensa Austral en Chile.
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Adrián realizaba el viaje de sus sueños cuando vivió este insólito incidente que quedó grabado en la cámara de su padre‚ sin embargo, pronto se dio cuenta de que no era una ola sino que se trataba de otra cosa: «Cuando siento ese impacto tan fuerte, supe que no podía ser una ola, que sería un tsunami o algo raro».
«No vi a Adrián por tres segundos y me asusté. Cuando volteo no veo nada, no veo a Adrián. Ese fue el único momento de susto realmente que tuve, porque no lo vi como por tres segundos. Y de repente sale así como disparado», explicó Simancas padre.
El incidente ocurrió en las aguas cercanas al Faro San Isidro, en la Bahía El Águila, en Chile. Simancas un analista, programador y músico venezolano de 24 años, realizaba una travesía de trekking y packrafting —una embarcación inflable diseñada para la exploración de aguas australes— junto a su padre Dell Simancas‚ por las gélidas aguas del estrecho de Magallanes.
Simancas contó‚ que luego de ser ingerido la ballena jorobada lo escupió al mar, la cual para su fortuna sólo se alimenta de plancton y peces pequeños de la zona, cuando practicaba kayak en el estrecho de Magallanes.
El venezolano‚ pudo darse la vuelta de inmediato y vio como algo «entre azul y blanco» lo rodeaba y lo hundía. «
«Sentí una textura babosa, pensé que iba a morir»
«Yo pensé que algo me había comido, porque habíamos conversado poco antes‚ que por la zona también podrían haber orcas y esas sí son más agresivas». El cetaceo escupió al joven que quedó impactado por la experiencia. «En esos tres segundos que estuve bajo el agua pensé que pude haber muerto», dijo sobre el escalofriante momento.
Después del impactante episodio, del que Adrián salió ileso, suspendieron la travesía a la isla Nassau ya que el joven había perdido su remo.
Adrián, que lleva siete años viviendo en Punta Arenas, dijo que lo que lo ayudó a sobrellevar la situación con calma, como se observa en el video, fue su entrenamiento y experiencia navegando por otros ríos y lagos y por cursos de técnicas de rescate, los que aprendió para en casos de verse sumergido a temperaturas gélidas de manera repentina. «Uno queda aturdido por la temperatura del agua al momento de sumergirse, la mente queda como paralizada», explicó a diferentes medios.
Tras vivir esa experiencia, padre e hijo manifestaron que continuarán con sus exploraciones en futuras expediciones, aunque con mayor precaución y distancia.
La ballena jorobada es un cetáceo de gran tamaño, y las hembras son más grandes que los machos. Mientras que una hembra suele medir entre 12 y 14 metros con máximos de hasta 15 metros, los machos suelen encontrarse en el rango comprendido entre los 11 y los 13 metros. Se alimenta básicamente de krill, crustáceos planctónicos, peces y plancton.
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