Decenas de miles de manifestantes salieron a las calles el sábado en la capital de Rumania en la última demostración contra el gobierno por parte de grupos de derecha, después que un tribunal superior cancelara las elecciones el año pasado.
Los manifestantes se concentraron frente al edificio del gobierno en Bucarest, ondeando las banderas tricolores de Rumania y coreando consignas como “¡Abajo el Gobierno!” y “¡Ladrones!”. Muchos expresaron su apoyo a Calin Georgescu, quien emergió como el favorito en la elección cancelada de diciembre, y exigieron que se reanude la segunda vuelta.
George Simion, el líder de la Alianza por la Unidad de los Rumanos, que organizó la protesta, expresó a los seguidores el sábado: “Estamos unidos, somos fuertes. Estamos aquí porque nuestro voto fue robado. Porque la democracia fue pisoteada”.
Simion comentó a los periodistas que la protesta tenía como objetivo “restaurar la democracia y las elecciones libres” y exigió la renuncia del primer ministro Marcel Ciolacu.
“No confiamos en que las próximas elecciones sean libres y justas”, afirmó.
Una votación de censura el viernes, respaldada por AUR y otros dos partidos de oposición de derecha, no logró destituir al gobierno prooccidental de Ciolacu, que se formó tras una elección parlamentaria el uno de diciembre.
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