Los saqueos y la violencia que sacuden a Sudáfrica desde hace varios días tras la detención del expresidente Jacob Zuma ya han provocado 45 muertos y continuaron este martes, a pesar del inicio del despliegue de soldados en las provincias afectadas.
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Un primer ministro provincial anunció este martes que diez personas murieron en una estampida durante saqueos en un centro comercial de Soweto, al sudoeste de Johannesburgo.
“La policía descubrió diez cuerpos el lunes por la noche. Estas personas murieron en una estampida”, dijo a la prensa el primer ministro David Makhura, precisando que el número total de víctimas fatales en la provincia de Gauteng, donde se encuentra Johannesburgo, la capital económica de Sudáfrica, se eleva a 19 personas.
Más temprano este martes, Sihle Zikalala, primer ministro de la provincia de Kwazulu-Natal (este), epicentro de la violencia y región de la que es oriundo Jacob Zuma, dijo que 26 personas murieron allí.
Zikalala indicó que varias de las muertes tuvieron lugar en “estampidas en ese contexto de disturbios”, sin precisar un lugar.
El presidente Cyril Ramaphosa anunció el lunes el envío de tropas para auxiliar a una policía desbordada por los disturbios y “restaurar el orden”.
Los primeros incidentes, con rutas bloqueadas y camiones incendiados, se produjeron el viernes, al día siguiente del encarcelamiento de Zuma, condenado a una pena de prisión en firme por desacato a la justicia.
Los hechos de violencia se propagaron luego durante el fin de semana en la aglomeración de Johannesburgo, capital económica del país.
Los incidentes continuaron en la noche del lunes a martes, constataron varios periodistas de la AFP, especialmente en Soweto, inmenso township (áreas desfavorecidas reservadas a personas “no blancas”) al oeste de Johannesburgo.
– Más de 750 detenidos –
Al menos 757 personas fueron detenidas, afirmó este martes el ministro a cargo de las fuerzas de seguridad, Bheki Cele, en una conferencia de prensa en la que destacó que la mayoría de los arrestos ocurrieron en Johannesburgo.
En una declaración optimista, el ministro aseguró que la policía garantizaría que la situación “no se deteriore aún más”, aunque mientras tanto continuaban los saqueos de tiendas en Johannesburgo y Pietermaritzburgo, la capital de la provincia de Kwazulu-Natal.
El martes en la mañana, decenas de mujeres -algunas vistiendo batas-, hombres y niños irrumpieron en las cámaras frigoríficas de la carnicería Roots en la plaza Diepkloof de Soweto y salieron de ellas con pesadas cajas de carne congelada sobre sus hombros o cabezas.
Un único custodio privado permaneció en el lugar mientras intentaba comunicarse por teléfono, presuntamente para pedir refuerzos.
La policía recién llegó unas tres horas más tarde y disparó balas de goma.
Al anunciar el despliegue de militares el lunes por la noche, el presidente Ramaphosa dijo que era de “vital importancia que restauremos la calma y estabilidad sin demoras en todas partes de país”.
“La senda de la violencia, los saqueos y anarquía solo lleva a más violencia y devastación”, advirtió.
“Lo que estamos viendo ahora son oportunistas actos de criminalidad, con grupos de personas instigando al caos meramente para encubrir saqueos y robos”, agregó.
“No hay agravio ni ninguna razón política que puedan justificar la violencia y destrucción”, dijo, cuando su predecesor Zuma pasaba su sexta noche tras las rejas.
Zuma, de 79 años y presidente entre 2009 y 2018, fue condenado por desacato a la justicia a finales de junio por el Tribunal Constitucional.
El lunes, este tribunal celebró una audiencia de diez horas de duración en la que los abogados de Zuma pidieron que se revise la sentencia. La corte se reservó su respuesta para una fecha posterior no precisada.