Ulla Holmquist Pachas, arqueóloga, ex ministra de Cultura de Perú y curadora de la exposición recibió a Escala en París en la sede donde se presenta la excepcional muestra.
EEP – ¿Cómo nació esta idea, cuánto tiempo llevó concretarla?
La idea de la exposición surgió hace varios años con un objetivo en mente: realizar una gran exposición en donde se pudiera presentar la civilización andina a un gran público. Se trataba de una exposición que viajará por varias ciudades del mundo, considerando una gran colección del Museo Larco, junto con algunas piezas de Machu Picchu, donde se pudiese llegar a entender por qué los Incas y Machu Picchu terminan siendo un símbolo tan importante, no solamente para la peruanidad, sino para las civilizaciones del Hemisferio Sur.
EEP – ¿Es un pasaporte peruano itinerante?
La idea es llegar a un público cada vez más amplio. A través de una exposición novedosa, de importantes colecciones precolombinas de diversas culturas originarias del antiguo Perú, con elementos de inmersión audiovisuales que han sido muy bien concebidos, de realidad aumentada, el visitante tiene una perspectiva que nuca podrá tener incluso yendo a Machu Picchu: sobrevolarlo.
Todo esto, esperamos, servirá para llegar a un público que quiera tener la experiencia general de acercarse a la sociedad andina, ver grandes tesoros, piezas emblemáticas que son de una factura primorosa, muy sofisticada. Además, queremos que el público pueda divertirse y entender porque hay una narrativa, un cuento que contamos para colocar a la sociedad precolombina peruana en el sitial que tiene que estar, a la par de las grandes civilizaciones del mundo.
EEP – Estamos hablando de una magna exposición en la que presentan 190 piezas de una belleza con características excepcionales. Muchas salen por primera vez de Perú.
Efectivamente, hay una combinación de piezas maestras de la colección del Museo Larco, que representan las diversas culturas. No son solamente objetos de metal, palta, oro, que son muy representativos de nuestras culturas precolombinas. Es una exposición donde uno se puede dar cuenta de la gran maestría en el trabajo de los materiales de nuestros ancestros, de los artistas de nuestras sociedades antiguas.
EEP – Quien visite la exposición, ¿encontrará algunas de las maravillosas piezas de Machu Picchu que durante casi un siglo estuvieron en poder de la Universidad de Yale, EE. UU., finalmente devueltas a Perú en 2011?
No son exactamente piezas del Museo Concha, que es donde están estos artefactos ahora en Perú, pero sí hay objetos de Machu Picchu. O sea, estamos hablando del mismo tipo de objetos que se pueden encontrar en la Ciudadela, que nos permiten ver que se llevaron a cabo diversas actividades de consumo de alimentos, de brindis, de rituales… Todo esto nos da una idea de cómo fue esa civilización y por qué fue la síntesis de un desarrollo milenario.
EEP – Los Incas fueron la civilización más importante de América del Sur. Una de sus particularidades es la forma de su escritura, los Khypu…
Es una buena pregunta. Desde muy pequeños, muchos de los sudamericanos y peruanos, hemos crecido diciendo: “aquí no había escritura”. En realidad eso es una manera de entender la escritura desde una visión eurocéntrica en la que se descartan o no se consideran otro tipo de registro de información.
En nuestras sociedades se llevó a cabo un tipo de registro de información tridimensional, en el caso de la cerámica por ejemplo, y en el caso de los Khypus. Un sistema de cuerdas anudadas, los diferentes nudos en las diferentes posiciones de las cuerdas, que además eran torcidas con diferentes hilos de colores, guardan información cualitativamente diferente, como si fueran archivos de una computadora, y se puede registrar numéricamente información de manera digital.
Es decir, la presencia o ausencia del nudo en una posición respectiva -más arriba, en medio, o más debajo de la cuerda principal- iba registrando información. No es un ábaco o un sistema de conteo, es un sistema de registro digital de información.
Y si bien no se ha logrado hasta ahora el desciframiento completo de los khypus, ya ahora el avance de la investigación de muchos profesionales indica que estamos frente a un sistema de información muy avanzado y que comparativamente podríamos considerarlo como un ‘data base, una base de datos’.
EEP – También se distinguen por su manera de tratar a sus muertos. A diferencia de los egipcios, no momificaban a sus señores. Se servían del aire y el frío que se produce allá en las simas de los Andes, a más de 3.500 metros de altura…
Sí, hablamos de momias porque hasta cierto punto hay una suerte de momificación natural. En la costa, por ejemplo, en espacios muy áridos se han encontrado cuerpos que parecieran haber sido preservados quitándoles la parte interna y no es así.
Han sido preservados por la aridez del suelo, por la profundidad de los entierros, que eran muy cuidados por sus comunidades, porque los muertos estaban muertos no solamente por el concepto que tenemos nosotros hoy en día en la modernidad; eran ancestros que aún tenían importancia para sus comunidades, que eran revisitados, revestidos, se le llevaban ofrendas, se les alimentaba porque eran ellos los responsables de que la vida se regenerara en este mundo.
Se concibe el mundo de abajo como un mundo de regeneración, y en las alturas también, llevar algunas prácticas con las ofrendas humanas, que las hubo, a estos picos de las montañas de donde bajaba ese líquido ha sido vital en la cosmovisión andina en general.