Incertidumbre sobre la nueva legislatura francesa, tras unas elecciones que no arrojaron mayoría absoluta a ninguna coalición política.
El presidente Emmanuel Macron pidió este lunes 8 de julio a su primer ministro, Gabriel Attal, que permanezca temporalmente en el cargo “para garantizar la estabilidad del país», según indicó un comunicado de prensa del Palacio del Elíseo.
El mensaje fue difundido poco después de que el premier presentara formalmente su dimisión al mandatario, como un día antes anunció que lo haría tras conocer los resultados de la segunda y definitiva ronda electoral.
Attal, reelegido en la décima circunscripción de Altos del Sena como diputado en la Asamblea Nacional, tomó la decisión cuando las estimaciones de la firma Ipsos Talan ya señalaban una victoria de la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP).
Los resultados fueron oficialmente confirmados pocas horas después por el Ministerio del Interior, los cuales indican que el NFP quedó en primer lugar, pero sin mayoría absoluta, y tendrá 182 escaños en la Cámara Baja del Parlamento francés.
En segunda posición, la alianza centrista del presidente Emmanuel Macron, Juntos por la República, que obtuvo 168 diputados. En tercer y sorpresivo lugar-a juzgar por los resultados que alcanzó en primera vuelta-se encuentra el partido ultraderechista Agrupación Nacional, que finalmente queda con 143 legisladores.
Y como cuarta fuerza política, Los Republicanos, la bancada de la derecha tradicional francesa, que obtuvo 45 escaños.
Para obtener la mayoría absoluta, las bancadas debían alcanzar al menos 289 lugares en la Asamblea.
La izquierda presiona a Macron para que nombre un primer ministro del NFP
Mientras el presidente reflexiona sobre los próximos pasos a seguir y pide a su primer ministro continuar en el cargo, al menos por el momento, los dirigentes de izquierda exigen al mandatario que retire a Attal y nombre un premier del ala política que se hizo con el primer lugar en los comicios.
Este lunes, Los Ecologistas, partido que forma parte del NFP, señalaron que el jefe de Estado «debería hoy llamar oficialmente al Nuevo Frente Popular para que le dé el nombre del primer ministro».
El domingo, durante su discurso, Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa, partido considerado del ala radical de la izquierda, también insistió en el nombramiento de un premier de izquierda, por lo que pidió a Macron que retire a Attal del cargo.
Se abre en Francia un escenario complejo para la formación de gobierno, ante las reticencias de las principales bancadas de hacer alianzas con sus opositores.
Y es que «no está en la cultura francesa armar alianzas entre partidos opuestos», como subrayó en France 24 Charlotte de Beauvoir, profesora de periodismo en la Universidad de los Andes.
El Nuevo Frente Popular señaló que está dispuesto a gobernar, pero insistió en que la izquierda solo aplicará su programa, descartando una alianza con el macronismo.
El líder del Elíseo también había remarcado que se rehúsa a una coalición con La Francia Insumisa, al recalcar que se trata de una bancada de “extremos”.
Por el lado de la derecha y la ultraderecha tampoco barajan una alianza ni con la izquierda ni con la alianza centrista del oficialismo.
Solo algunos líderes de Los Republicanos, la bancada de la derecha francesa tradicional, se aliaron a Agrupación Nacional para la segunda vuelta de elecciones. Aun así, tampoco alcanzan la mayoría absoluta.
Aún no está claro qué alianzas podrán dibujarse en los próximos días entre los movimientos políticos para formar una coalición de gobierno.
Una alternativa sería la unión de fuerzas de centro o más moderadas, tanto de la izquierda, como de la derecha, pero ese escenario también es difícil de concretar ante la alta polarización actual.
Legislativas inconclusas, escenario complejo para Macron en la Presidencia
Lo que desde ya está claro es que el presidente francés encarará grandes dificultades para la aprobación de sus proyectos en el Legislativo durante los tres años que le quedan de Gobierno.
Con su arriesgada apuesta de convocar a elecciones anticipadas-para “aclarar” posturas tras el batacazo de su partido en los comicios al Parlamento Europeo ante el triunfo de la extrema derecha-Macron perdió la relativa mayoría, de 250 diputados con los que contaba en la Asamblea antes de estos comicios adelantados.
El ‘cordón sanitario’-metáfora que refiere a los acuerdos de partidos de izquierda, centro y centroderecha para no pactar con la ultraderecha- funcionó en las legislativas francesas para frenar lo que parecía un inevitable triunfo de la extrema derecha, pero deja al país sin claras mayorías y obstáculos para formar gobierno.
Francia cuenta con un sistema político que suele ser definido como semipresidencial. Si bien sostiene comicios por separado para elegir al jefe de Estado, que ostenta importantes poderes, en la política interna el mandatario requiere del respaldo de la Asamblea para aprobar las medidas propuestas y aunque son revisadas por el Senado, la última palabra en materia legislativa la tiene la Cámara Baja del Parlamento.
Con información de France24
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