La Yihad de la que pocos medios hablan

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Entre 2019 y 2023, más de 16.000 cristianos fueron víctimas de homicidios en Nigeria, de acuerdo con un informe reciente del Observatorio para la Libertad Religiosa en África, publicado el 29 de agosto de 2023.

Este informe establece que los cristianos han sido el grupo más afectado por la violencia en el país durante este período, superando a los seguidores de otras religiones.

De las aproximadamente 55.910 muertes documentadas en el informe, las cuales son atribuibles a 9.970 ataques violentos, 30.880 correspondieron a civiles.

Entre los civiles asesinados, se registraron 16.769 cristianos, 6.235 musulmanes, y más de 7.700 víctimas cuya religión no ha sido especificada.

La mayoría de los ataques en contra de cristianos fueron protagonizados por grupos radicales, incluidos los fulani, (grupos de mayoría musulmán) así como por organizaciones terroristas como Boko Haram y el Estado Islámico en África Occidental (ISWAP).

El documento critica al gobierno nigeriano por su inacción en la protección de los civiles, indicando que Nigeria se mantiene como el país más peligroso para la comunidad cristiana.

La violencia perpetrada por los fulani en Nigeria y otros países africanos, como Mali y Burkina Faso, a menudo es interpretada por los medios como “manifestaciones de conflictos tribales o como resultado de crisis en Estados fallidos”.

Sin embargo, un análisis más profundo por parte de expertos, como Nina Shea del Centro para la Libertad Religiosa del Instituto Hudson, sugiere que estos actos pueden ser considerados una guerra religiosa, describiéndola como una “yihad”.

El informe destaca que la violencia étnica y religiosa en Nigeria ha resultado en aproximadamente 56.000 muertes en el mismo período.

De estas, más de 31.000 son civiles, de los cuales cerca de 16.700 son específicamente cristianos y más de 6.200 musulmanes que no son “tan radicales como deberían”

Se mantiene una categoría sin identificar para más de 7.700 víctimas, lo que sugiere que el total de cristianos asesinados podría ser aún mayor.

En términos de la distribución de víctimas, el informe indica que el 54% de los civiles asesinados durante este período eran cristianos.

Proporcionalmente, los cristianos en áreas afectadas por la violencia tienen 6,5 veces más probabilidades de ser asesinados y 5,1 veces más posibilidades de ser secuestrados en comparación con otros grupos de religiones o parámetros.

El analista Frans Vierhout del Observatorio para la Libertad Religiosa en África afirma que “millones de personas permanecen indefensas” ante esta ola de violencia, la cual el gobierno nigeriano no ha abordado eficazmente.

Los datos mostraron que el 42% de los ataques a comunidades fueron atribuidos a los fulani, grupo predominantemente musulmán, responsable de más de 9.153 muertes de cristianos en incursiones contra asentamientos agrícolas.

Otro 41% de los ataques a comunidades ha sido atribuido a «otros grupos terroristas», aunque el informe sugiere que muchos de estos grupos podrían estar relacionados con variantes de bandas fulani.

Estos «otros grupos» habrían matado a más de 10.200 personas, de las cuales más de 3.800 eran cristianos, sin que se conozca la religión de otras 3.503 víctimas.

Por su parte, el 11% de los ataques fue perpetrado por Boko Haram y el Estado Islámico.

Boko Haram habría asesinado a al menos 851 cristianos y 491 musulmanes “no radicales”, mientras que la religión de 609 víctimas sigue sin conocerse.

El Estado Islámico habría matado a al menos 265 cristianos y 127 musulmanes, junto con otras 296 personas cuya religión no ha sido determinada.

Para Nina Shea, las cifras de asesinatos y secuestros son «impactantes», y la evidencia que las respalda es «irrefutable».

Ella señala que los fulani «están llevando a cabo una guerra religiosa, una yihad, contra comunidades cristianas agrícolas indefensas en vastas zonas de Nigeria», y critica la aparente pasividad del gobierno nigeriano frente a estos ataques, lo cual considera «indignante e innegable».

Además, subraya que, según el informe, el objetivo de los militantes fulani es «erradicar la presencia cristiana mediante el asesinato, la conversión forzada al islam y la expulsión de sus tierras».

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