En su primera visita oficial a la frontera sur de Estados Unidos, el vicepresidente destacó la disminución de arrestos por cruces ilegales en la región, atribuida a las políticas migratorias estrictas implementadas durante la administración de Donald Trump.
Además, el vicepresidente hizo hincapié en la importancia de mantener una relación constructiva con el Gobierno mexicano, expresando su deseo de evitar una «relación negativa».
Durante su intervención, el vicepresidente celebró la reducción del 39% en las detenciones por cruces fronterizos irregulares en enero en comparación con el mes anterior.
«La crisis fronteriza se ha convertido en un asunto de seguridad nacional que requiere la colaboración del Departamento de Defensa», afirmó en una rueda de prensa celebrada en Shelby Park, un área que ha sido adaptada por el Gobierno texano para funcionar como base militar y de la Guardia Nacional en la frontera.
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Por otro lado, el vicepresidente también dirigió críticas hacia el expresidente Joe Biden, al que acusó de haber debilitado el régimen de aplicación de las leyes de inmigración en el país.
Aunque los datos exactos aún no han sido publicados, el mandatario estadounidense mencionó recientemente que las autoridades fronterizas detuvieron aproximadamente a 8,326 personas en febrero.
Desde su investidura, Trump ha ordenado el despliegue de más de 6,500 efectivos de seguridad en la frontera con México, aumentando así la ya significativa presencia de 2,500 agentes que se encontraban en la región durante los últimos meses de la administración de Biden.
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