La administración de Donald Trump se encuentra en proceso de revocar, a partir de abril, el estatus de inmigrante temporal de aproximadamente 240,000 ucranianos que han huido a causa de la invasión rusa desde 2022, según un alto funcionario del gobierno de Estados Unidos.
Esta medida surge en un contexto de creciente presión por parte de la Casa Blanca sobre el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, instándolo a considerar un acuerdo de alto el fuego con Rusia. Este pacto, que Washington desea impulsar, ha sido rechazado por Kiev.
La revocación afectaría a los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), un programa que proporciona permisos de residencia y trabajo temporales a ciudadanos de países que enfrentan conflictos armados, desastres naturales u otras crisis que dificultan su regreso seguro.
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La semana pasada, Trump y Zelenski se reunieron en el Despacho Oval, y desde entonces, la Casa Blanca ha comenzado a restringir la asistencia a Ucrania.
En primer lugar, suspendió el envío de ayuda militar, y posteriormente detuvo el intercambio de inteligencia con los aliados ucranianos, un recurso crucial para su defensa en el campo de batalla.
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