La madrugada del martes se vio marcada por una segunda noche de disturbios en la localidad de Salt, tras el desalojo de una vivienda ‘okupa’ (son las personas que acceden a una casa o un piso que no es vivienda de nadie con intención de vivir en él.) en la que participó uno de los líderes religiosos del municipio.
Los incidentes comenzaron cuando un grupo de aproximadamente un centenar de jóvenes, encapuchados y enardecidos, se congregó en el centro de la ciudad, levantando barricadas y provocando incendios en contenedores de basura.
Los disturbios estallaron en respuesta a un operativo policial llevado a cabo por los Mossos d’Esquadra, que tuvo lugar horas antes.
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Durante este despliegue, la policía impidió que tres individuos, uno de ellos un imán local, accedieran a la vivienda en cuestión.
La situación escaló rápidamente, llevando a los manifestantes a dirigirse hacia la comisaría de los Mossos, donde intentaron vandalizar la instalación.
Las fuerzas de seguridad, en un esfuerzo por controlar la situación, adoptaron una postura defensiva, aunque se vieron obligados a utilizar proyectiles viscoelásticos y de foam para dispersar a la multitud. Hasta el momento, se han reportado dos detenciones relacionadas con los actos vandálicos.
Los disturbios, que se concentran en la calle Major, han generado preocupación entre los residentes y han puesto de manifiesto las tensiones sociales existentes en la zona.
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